Hablar de fotografía ha sido durante mucho tiempo casi hablar de algo cierto o real o por lo menos de veracidad. UNa verdad que se abría al mudo a modo de clics que sumados apenas sumaban unos minutos de la carrera de un fotógrafo. La realidad cada vez es más discutida como tal y se tiñe de diferentes colores dependiendo de la mirada que la observa y, en ese sentido, no existen miradas inocentes sobre los sujetos que se observan. A menudo no es la mirada la que toma las riendas del mensaje sinó la interpretación que damos, o que nos dan, sobre lo que se muestra.
A través de las fronteras: China, Corea, Japón.