Todos sabemos sobre el interés que despierta la cultura española en Japón y cómo se entregan a sus aficiones. Esta tradición no es nueva y ya en los años 30 existían sociedades que cultivaban su afición por ejemplo, a la guitarra española. Entre ellas parece destacar la sociedad de guitarristas "los amigos de Tárrega" en honor al compositor Francisco de Asís Tárrega. No sólo eso sino que también existía algún que otro constructor de guitarras españolas como Kimpachi Miyamoto.
El pianista Javier Alfonso (1904-1988) dio fe de todo ello en una nota que escribió para Biblioteca Fortea, Revista Musical de junio de 1936, increíble.
He de confesar que yo no sospechaba esto y que la sorpresa fué aun mayor, cuando pude comprobar que aquellos entusiastas japoneses poseen un archivo completo de obras y de trascripciones para, guitarra y que no hay método escrito para este instrumento que les sea desconocido.